La ginecología es una especialidad de la medicina que se centra en el estudio del sistema reproductor femenino. Los profesionales que se ocupan de esta especialidad se conocen como ginecólogos, que son los especialistas que atienden todas las patologías relacionadas con los órganos femeninos como el útero, la vagina y los ovarios, y también de la prevención de enfermedades futuras. En el ámbito de la ginecología, se acompaña a la mujer a lo largo de toda su vida, desde la menarquía hasta la menopausia, para garantizar el buen funcionamiento de sus órganos reproductivos.
El ginecólogo de algún modo se convierte en el consejero personal de la mujer en aspectos que tienen que ver con su sexualidad y el cuidado de sus órganos íntimos. Será él quien, luego de estudiar el caso de cada paciente recomendará uno u otro método anticonceptivo, por eso a la hora de mantener relaciones es importante acudir a un especialista de esta rama a fin de que pueda aconsejarnos de la forma que más nos conviene y tener una experiencia segura y saludable.
La prueba de Papanicolau es un procedimiento donde se obtienen células del cuello uterino, para determinar si hay presencia de cáncer.
La muestra es tomada haciendo raspado de la abertura del cuello uterino. Es importantísimo realizarlo, ya que la detección temprana de células anormales es el primer paso para detener la posible formación de cáncer cervical.
Para garantizar que la prueba sea lo más eficaz posible, es importante tomar en cuenta lo siguiente:
Evitar tener relaciones sexuales 2 o 3 días antes de la toma de la muestra.
Así mismo es importante no hacerse duchas vaginales, utilizar medicamentos vaginales, durante dos días antes de la prueba de Papanicolaou.
Importante intentar no programar el Papanicolaou durante los días que se tiene la menstruación.
La prueba la realiza el médico durante un examen pélvico en su consultorio en una sala privada.
Puede resultar un poco incómoda, aunque no es dolorosa.
Generalmente se pide ir al baño y orinar antes de la prueba, ya que, al vaciar la vejiga, resulta menos incómoda.
También se recomienda tratar de relajarse para que los músculos no estén tensos.
El médico antes de la prueba hará una serie de preguntas necesarias para conocer e incorporar a la historia clínica, tales como:
¿Está embarazada?
¿Usa algún método anticonceptivo?
¿Qué medicamentos ha utilizado recientemente?
¿Fuma?
¿Cuándo fue su último período menstrual y cuánto duró?
¿Tiene algún síntoma como picazón, enrojecimiento o llagas?
¿Se ha sometido a alguna cirugía u otro procedimiento de sus órganos reproductivos?
¿Alguna vez obtuvo resultados anormales en una prueba de Papanicolaou anterior
A continuación, el médico introducirá en la vagina un instrumento llamado espéculo, que abrirá suavemente la misma para permitir la toma de la muestra.
El médico observará el cuello uterino e introducirá un hisopo de algodón o un cepillo cervical para raspar suavemente células de 2 lugares del cuello uterino, las cuales untará en una placa de vidrio para microscopio, o colocará en un envase con un líquido que conserva la muestra. Luego, enviará la muestra a un patólogo para evaluación.
Resultados normales:
Un resultado normal significa que no hay células cancerosas presentes, no se detectaron signos de precáncer, cáncer, o alguna otra anomalía significativa. Se pueden detectar hallazgos que no tengan que ver con el cáncer de cuello uterino, como, por ejemplo, signos de infecciones por hongos, herpes, etc
Anomalías detectadas:
Si en la prueba son encontradas algunas células anormales o poco comunes, se considera un resultado positivo. Sin embargo, esto no se traduce de inmediato en tener cáncer uterino. Eso dependerá del tipo de células encontradas.